viernes, 27 de diciembre de 2013

La palabra me arrastra al infinito


La palabra me arrastra al infinito
de tus labios, tus ojos y tu boca,
lo eterno de tu risa que me toca
sobre la piel indigna en que yo habito.

Por las noches me siento a imaginarte,
chiquilla que se esconde entre las cosas,
entre las azucenas y las rosas,
entre los versos lúcidos del arte.

Mujer que entre los sueños se aparece
con sus pechos desnudos y su encanto
y con su voz, donde el jazmín florece.

Mujer de labios rojos, blanco manto
y de alma en que lo oscuro resplandece
con su pasión; a esa mujer yo canto.

jueves, 26 de diciembre de 2013

La ciudad está vacía


La ciudad está vacía,
tomada por el viento,
tomada por la lluvia,
tomada por el frío de los corazones rotos,
la ciudad está vacía.

La calle está en silencio,
asediada por la noche,
asediada por la niebla,
asediada por el llanto sordo de las niñas,
la calle está en silencio.

La farola está temblando,
mecida por tu ausencia
en la ciudad vacía,
en la calle en silencio,
la farola está temblando.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

A veces


A veces, solo a veces
los cristales que el viento tambalea
se deshacen callados en la noche
porque así nos recuerdan a los roces
que antaño nos besaban silenciosos
con olor de jazmín, sabor de fresa
y tacto de amapola en nuestros ojos.

A veces, cuando miro,
mi rostro es protegido de los vientos
por un fino cristal que resquebraja
con el sordo sonido
de las cosas que matan,
de los versos que cantan al infierno,
de los locos que miran al abismo.

A veces, aún se nota
cuando el aire no ruge ni resuena
y el cristal el silencio nos lo roza,
la lluvia lo golpea
como lágrimas rotas
con el seco sonido de la muerte;
a veces, solo a veces.

lunes, 23 de diciembre de 2013

A Miguel Hernández


Camarada, te canto como al pueblo cantabas,
rozando con el verso el sudor del obrero,
las lágrimas caídas con cebolla y con nana.

Con truenos y con rayos sonando entre los vientos
de la indigna prisión que te encerró en España,
en la España del fascio, del hambre y de los muertos.

Camarada, te canto porque tu voz traspasa
los ríos y los cerros con timbre cristalino
y con pasión florida las montañas heladas.

Con el alma te canto transcribiendo sonidos
de risa y de dolor, de los niños del pueblo,
de las niñas del campo, de tu sueño y del mío
porque los comunistas escribimos con fuego.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Eres la estrella naciente


Eres la estrella naciente
mientras yo me hundo en la noche
de los tiempos y las flores,
como un cuerpo que está inerte,
que se lleva la corriente
lejos, lejos de tus ojos
sin la guía de tu nombre
al silencio tenebroso.

Soy un viajero perdido
tú, el destino inalcanzable,
el horizonte que se abre
al pensar en el camino
que, aunque nunca recorrimos,
siempre, siempre está en mis sueños,
en el alma y en el aire
que de a poco me da aliento.

El silencio es la distancia
que separa nuestras vidas;
tú eres sueño y alegría
y flor, sol, estrella y agua;
yo soy llanto, yo soy nada,
soy lo que vive en el fuego
que por tu mirar se anima
para morir pasajero.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

A la desintegración del universo


En segundos observo su llegada:
la desintegración del universo,
el final que carece de reverso
desde mi casa blanca y desolada.

En tan solo un momento todo acaba
con la luz cegadora y el vacío,
y con la soledad, y con el frío
que envolverá a todo lo que amaba.

El vacío no es más que la semilla,
la semilla que nunca da crecido
solitaria en la fría pesadilla;

porque la luz es muerte y es olvido,
pues se pierde en el tiempo lo que brilla
y lo amado hay que darlo por perdido.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Romance de la luna roja


La luna roja anticipa
noche teñida de sangre,
la muerte y la destrucción
y los corazones que arden.
Brilla, luna, brilla en alto
con tu luz llena de sangre.
La luna roja derrama
un icor sobre los mares
que es ponzoña, que es veneno
y se extiende por el aire.
Brilla, luna, brilla en alto
con tu luz llena de sangre.
La luna roja no esconde
al hombre de sus maldades,
ni de sus penas, ni llantos,
ni recuerdos, ni pesares.
Brilla, luna, brilla en alto
con tu luz llena de sangre.
La luna roja se guarda
de tu risa los caudales,
para mí solo reserva
la borrachera en los bares.
¡Vete, luna, vete pronto,
deja de esparcir tus males!

sábado, 14 de diciembre de 2013

El fin de la historia


Todo un vacío inmenso se extiende ante mis ojos:
las bestias se aparean con su rabia rugiente
tumbadas sobre el cieno del abismo incoloro.

Terrible pesadilla, premonición de muerte,
imagen de la nada que inunda mis sentidos
en la noche dormida, también cuando amanece.

En el ardiente cielo los llantos de los niños
resuenan en la arena con un sordo fulgor
que conduce a los ciegos al hondo precipicio.

En la apartada orilla donde no brilla el sol,
la doncella callada ensucia sus cabellos
con risas de los viejos por no morir de amor
mientras repite un verso: «Mi vida es un infierno»

viernes, 13 de diciembre de 2013

Mis labios son cubiertos por la venda


Mis labios son cubiertos por la venda,
la mordaza terrible y duradera
que nos tapa la boca, y es frontera
entre nuestra verdad y nuestra senda.

Mis ojos, sumergidos en lo oscuro,
en el camino ciego que se extiende
hasta una arboleda donde un duende
desgarrará, malévolo, el futuro.

Querría yo rasgar estas cadenas
que nos arrastran prestos al olvido
para poder reírme de las penas,

pero su peso es tanto, que perdido
me arrastran sin cesar a las arenas
para al final, solo morir vencido.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Sonetillo realista



No escuchamos cuando nos hablan,
no miramos cuando nos miran;
con nuestro ego todo el día
y nuestros ojos en la nada.

Si preguntan, no respondemos
lo adecuado; y si callan
se la guardamos bien jurada
porque nos gusta ser rastreros.

¡Qué jodido está el planeta
con nosotros como inquilinos!
¡Cómo nos gusta la miseria,

el engaño en que vivimos
(porque engaño es esta mierda
donde buscamos lo perdido)!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

En esos momentos extraños de la fría mañana


En momentos extraños de la fría mañana
se rozan entre sí los preciados recuerdos
que se nos acumulan criando telarañas.

Escondemos los llantos para escapar del tiempo
en la noche naciente yaciente donde pasan las horas,
donde resuena un «te amo», donde surgen los sueños.

Y es con el viento helado que de improviso brota
rugiendo por partir un ruidoso silencio
que solitario aúlla la silenciosa nota

surgida entre las manos de los mil besos muertos
que en la nada se mueren por ansiar el nacer,
por salir de tus labios, por surgir en los versos,
en el amanecer, en el tiempo que fue.

martes, 10 de diciembre de 2013

Canción


Cuando brille el lucero del alba
nos encontraremos,
con la llegada del frío,
con el invierno.

Donde en el mar se nos oculta el sol
te esperaré
y en la playa al otro lado
te volveré a ver.

Bajo la escarcha que corona el campo
nos tumbaremos
y juntaremos nuestras almas
hasta el fin de los tiempos.

Y cuando el largo otoño se termine
se acabará
la interminable espera
que es el amar.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Explicando una nueva forma


Son sílabas catorce: siete y siete en total
contando la cesura; y la rima, asonante,
que es la que se asemeja a las olas del mar.

Las primeras esconden el placer de nombrarte
sutil y dulcemente; y para las segundas,
para que más se noten, mejor que siempre avancen.

Los versos, siempre doce; porque no quede duda
del nombre que se oculta; escritos en tercetos
que siempre nos recuerdan a pasadas figuras,

poetas, grandes hombres. Siempre encabalgamiento,
que despeja la mente y suena más normal,
y con un simple roce acabar estos versos
añadiendo uno más para redondear.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Pasa la noche en un latido de corazón


Pasa la noche en un latido de corazón,
del suyo y del mío, juntos,
respiro su aliento en un compás delicioso,
romanza y amor en do sostenido.
-¿En qué piensas?
-En ti.
Ya nada me preocupa
salvo el candor de su abrazo,
ya nada me importa
salvo el sentir de sus besos.
-Me ha gustado esa frase-
dijo ella arremolinándose en mi ser
y su amor se volvió eterno.
Deseo que esto no acabe nunca,
pues no podría volver a empezar
el cruento camino al paraíso.
-¿En qué piensas?
La insoportable levedad del ser,
del señor Bloom y de la estúpida raza humana,
la Pastoral y el Canon rivalizando con tu belleza.
¿Y qué sientes cuando me besas?
-En ti-
dije yo acercándola a mi alma desnuda.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Están matando a los árboles en mi calle


Están matando a los árboles en mi calle
y sus hojas verdes se acumulan en el asfalto
como un cultivo de relaciones muertas
que aún conservan la savia en sus venas
y el ardor en mi sangre.
Están matando a los árboles en mi calle
y sus hojas también morirán
como murió tu mirada,
con el tiempo.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Imágenes de la decadencia capitalista: el hombre fumando


  Un hombre solo en la penumbra de su habitación. Su rostro era iluminado por el mortecino resplandor del monitor y la pulsante llama del cigarro. Envuelto en humo, como las síbilas de antaño, el hombre fumaba y leía antiguos mensajes enviados en épocas más felices. A lo lejos, atravesando esas cuatro paredes de papel a las que llamamos piso, se oía a una pareja discutir. Un hombre y una mujer, unos vecinos a voz en grito. La habitación era pequeña, apenas mayor que un zulo pero mucho menor que una mansión. Y el hombre fumaba. Al echar la ceniza contempló el cenicero bañado por la débil iluminación. El cenicero, la ceniza y las colillas: una metáfora perfecta. Volvió entonces al mensaje, por enésima vez. Sí, el cenicero es la metáfora, de aquello que ardió para acabar...

  Porque hay cosas que no se pueden decir, se deben ocultar, guardar con celoso secreto. Lo demás es dolor. Es mentira eso de que no se pierde nada por intentarlo, un simple dicho, un lugar común, un entimema de nuestro tiempo. Es mentira porque siempre se pierde algo, o se pierde todo. Sí, alguien dijo una vez eso sobre la verdad, que es revolucionaria, sí. En cierto modo lo fue, aunque más bien contrarrevolucionaria. Sí que se puede perder todo por decir algo y, al final, solo cenizas y silencio. ¿Y si nunca se hubiera dicho (porque se dijo así, como una necesidad, con palabras más poderosas que uno mismo)? Bah, es inútil plantearse esas cosas hipotéticas. Se dijo, ahora solo queda el silencio, frío como la muerte. Si hubiera alguna forma de solucionarlo, de volver a lo de antes, a las risas y confidencias, sin nada más... pero no la hay, no la hay. A veces, decir algo, pronunciarlo, nombrarlo, es matar ese algo. Y ahora, solo silencio, frío como la muerte.

  Silencio frío como la muerte en el frío del invierno. Ya no se oía a los vecinos y la ceniza se seguía acumulando. Quizás uno hubiera matado al otro. Titular estándar para la prensa. Quizás se hubieran matado mutuamente. Titular espectacular para la prensa. Quizás uno se hubiera ido para no volver nunca a los brazos del otro, sería lo más normal, lo ordinario. Y en ese caso, ningún titular para la prensa. Solo silencio. Silencio y ceniza y colillas sobre un viejo cenicero iluminado por una luz mortecina.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Encontré entre tu risa los besos soñados


Encontré entre tu risa los besos soñados,
las caricias sentidas
y los roces de labios,
el recuerdo de cosas ya pasadas
y el deseo constante
de los goces que estaban por venir.
Pero me equivocaba,
me equivocaba...
Encontré un amanecer en tu mirada de niña,
en caminar a tu lado
en ser de tu vida
una parte pequeña en tu mañana,
en tu sonreír
y en construir nosotros nuestras nuevas verdades.
Pero me equivocaba,
me equivocaba...
Me equivoqué en el hablar,
en pedir lo impedible
y lo inrrogable rogar,
me equivoqué al pensar que era recíproco
lo que solo en mí vivía,
que tu soñabas lo que yo soñaba
y tú sentías lo que yo sentía.
Y ahora te tengo perdida,
pero la noche sigue.
Perdida como la luna que escapa infeliz del mar
por no permitir que brille.
Perdida como se pierden las sonrisas de los niños
en la distancia,
en el silencio,
donde no hay olvido ni perdón,
donde perdido en el viento
se queda el amor.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Cantad a los niños


Cantad a los niños,
contadles verdades,
decidles que en la vida nos aguardan
demasiados males:

el odio y la guerra,
la peste y la plaga,
los gritos de los inocentes que resuenan
y quedan en nada,...

Y cosas peores,
como la ilusión
vana, engañosa, sombría y oscura
de sentir amor.

Decidles bien alto:
«¡Mentira, mentira!,
nada hay más falso que amar sin sentido,
amar sin medida.»

Amar es belleza,
sí, nadie lo duda;
también es sufrir, también es mentir
y entrar en la burla

de los sentimientos
que esquivos se escapan
de música y verso, de canto y de aire,
de sobrias palabras.

Cantad a los niños,
contadles historias
de amantes que, perdidos, se nos fueron
de nuestra memoria.

Cantad a los niños,
recitadles versos
que hablen del poeta y de por qué
se queda sin besos.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Imágenes de la decadencia capitalista: el hombre en la madrugada


  Allí, en la calle oscura, de madrugada. Apoyando su mano sobre un portal desierto en una acera desierta el silencio lo envolvía. No el silencio, la ausencia de sonido. Porque el sonido se había muerto ya, apagado. Su pose cabizbaja, boquiabierta, le delataba. En el suelo, a sus pies, los restos de la noche que moría lentamente, como si no quisiera morir, como si se resistiera.

  Un coche pasa y, desde él, lo observan. No lo conocen, claro, pero como si lo conocieran. Al fin y al cabo, solo era un hombre como tantos otros, con sus alegrías y sus tristezas. Él pensaba en lo que había perdido, lo que se había ido por el retrete.

  Un nuevo movimiento brusco y vuelta a empezar todo de nuevo. No había forma de parar aquello. De nuevo el sonido, líquido y gorgoteante. Era ese maldito sonido lo que le crispaba los nervios. Él vivía envuelto en sonido, pero el silencio era su deseo secreto. Aunque no cualquier silencio. Solo el silencio en que uno se conoce a sí mismo, eso buscaba para nunca encontrarlo.

  Y en medio del acto, una pregunta. Porque nos definimos con el sonido, con el lenguaje. Pero las palabras mienten... ¿quién es uno mismo? Quizás él era más lo que ya no era, lo que había sido. Quizás en el pasado había más certeza que en el presente. Pero el pasado es palabra, y por tanto nos miente.

  Por eso buscaba el silencio; porque debes alejarte, alejarte de ti mismo para saber quién eres, para identificarte. Por eso buscaba el silencio, pero no lo encontraba. Rectifico. Algún silencio encontraba: el suyo, por ejemplo. Y quizás su silencio fuera lo que le había llevado esa noche a ese portal desierto.

  Y eso lo odiaba.

  Un silencio en el que encontrarse, un silencio en el que cumplir sus sueños. Pero, ¿quién era él si no un hombre?, ¿qué era su «yo» si no otro «yo» en la cadena del tiempo? ¿Quién sabe?, quizás fuera yo.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Porque lloran los pobres y parias


Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

Cuando un hombre se quede sin casa
allí hemos de estar
con los gritos, pancartas y cantos
contra vuestra maldad.

Y a los ricos, banqueros, burgueses
les esperará
a las manos del pueblo furioso
un triste final.

Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

Si el obrero se queda sin pan,
armas le daremos
porque pueda tomar lo que es suyo,
lo que es su derecho.

Los que mandan ya pueden temblar
porque golpearemos
con la furia de un ciento de manos
todos los obreros.

Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

viernes, 29 de noviembre de 2013

Fábula del sol, la niña y la luna


La chiquilla seguía
por el camino
para nunca encontrarse
con el hastío,

pero el sol le pregunta:
«dime, muchacha,
¿por qué con tanta prisa
te vas de casa?»

Pero ella no escucha,
solo se ríe
y continúa andando,
cortando el aire.

Ya se le hace de noche,
con sus estrellas,
y la luna se asombra
de verla a ella.

Y la luna le dice:
«dime, mi niña,
¿por qué tan apurada
así caminas?»

Pero ella no escucha,
solo prosigue
y se adentra en lo oscuro
con paso humilde.

Y en lo oscuro se adentra,
hasta la muerte
perdida en mil sombras,
entre la nieve.

Y cuando sol y luna
por fin se encuentran,
lloran sobre los restos
de nuestra bella

que abandonó su casa
buscando amante,
sembrando la esperanza
entre las calles

para acabar muriendo
en la vereda,
con su cuerpo temblando
y su alma inquieta,

porque nunca aprendió
que una muchacha
para al fin ser feliz no
necesitaba

encontrar en la vida
otra persona,
sino que le bastaba
con ella sola.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Copla


Me basta con que me leas
porque no tengo tus besos;
y aunque sea en la distancia,
al menos tienes mis versos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pasan los días por cientos


Pasan los días por cientos
en una neblina fría
donde mueren los momentos

y fallece la alegría
en este rincón oscuro
donde nunca nace el día.

En este mundo inseguro
la muerte es lo único cierto
y el llanto, lo único puro.

La agonía del despierto
lo invade todo implacable
con su brutal desconcierto.

Y olvidamos lo olvidable,
recordamos los dolores,
lidiamos con lo incurable

porque quizás nazcan flores
sobre las cenizas grises
donde irradiaban colores.

Quizás tú nunca improvises
con la vieja partitura
y de él nunca precises,

pero él es la única cura
que no nos niega este mundo
a la herida que supura.

Él es lo único fecundo
que crece en la primavera
plagada de este aire inmundo

que es la náusea y la sordera,
que es la angustia y el dolor
y el destino que no espera.

La agonía del temor,
el perderse en el recodo,
el olvidar el amor.

La náusea lo inunda todo
y ese todo lo convierte
a su propio, triste modo
por que el sol nunca despierte.

martes, 26 de noviembre de 2013

viernes, 22 de noviembre de 2013

Morirá la primavera


Morirá la primavera
por dejar de ser quien era;

el verano sufrirá,
mas también se marchará,

y en cuanto llegue el otoño,
resurgirá su retoño

y el invierno, con sus vientos
barrerá con los momentos.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Alegría melancólica


Es tu silencio
como una daga clavada al pecho;
y tus palabras,
solo un recuerdo en la mañana.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pareado


Por despertar en ti, mi niña, una sonrisa
desgarraría el cielo, ascendería en la brisa.

martes, 19 de noviembre de 2013

domingo, 17 de noviembre de 2013

Nace el día en la luz de la mañana


Nace el día en la luz de la mañana
y la noche se inunda con la luna
por no morir en la penumbra vana
y no yacer en la infernal laguna.

Sin rival reina el sol sobre la vida,
las estrellas nos muestran el camino
por proteger a la pasión dormida,
por alejarnos del dolor dañino.

Pero el día es fugaz y pasajero
y la noche en las nubes se nos muere
perdiendo entre las sombras al viajero.

Y sin sol, sin estrellas, ya no quiere
el caminante seguir el sendero
y le pide a la muerte que lo espere.

sábado, 16 de noviembre de 2013

A una bandera rota, embarrada


Caída de las manos de los hombres,
perdida entre la tierra cenagosa,
rota bandera en la temida noche;

luchaste con valor, y por las rosas
tu vida ya perdiste para siempre,
tú que te alzaste por no ver las sombras.

Caíste ante las huestes de lo breve,
fugaz, de lo vacío y cotidiano,
lo que es banal, lo que no llora o siente.

Perdiste la batalla, luego el llanto,
el duelo de tus últimos guerreros,
aún resonó para cantar tus salmos.

Rompió tu asta en pedazos en el fuego,
la sal de los rencores cotidianos,
hasta no ser más que un recuerdo etéreo.

Luchando, tus colores eran magnos:
el rojo de las rosas te vestía
y te cubrían los más blancos paños.

Perdiendo, tu destino se cumplía,
pues todo lo que empieza ha de acabar
para poder, pues, renacer sin prisa.

Alzándote, lograste ya ganar.
Contigo, con tu imagen y promesa
somos capaces de volver a amar

como antes, cuando todas las respuestas
yacían en los versos tan serenos,
tan inspirados de los grandes poetas.

Contigo, volveremos a los cielos
rasgar con las canciones dedicadas
a nuestra lucha, nuestro amar eterno.

martes, 12 de noviembre de 2013

Despedida


Te digo adiós hoy como avanza el agua,
te digo adiós como quien despierta de un sueño
y se ve forzado a afrontar la mañana.

Te digo adiós sin el sonido de un beso,
te digo adiós como quien cierra los ojos
y se entrega al silencio.

Al silencio que todo lo tapa uno se entrega
cerrando sus ojos,
dejando que crezca la hiedra,
que el agua penetre hasta el fondo.

Adiós digo a los cielos y a los campos verdes,
adiós a lo joven y a la tierna mirada,
adiós a la tierra donde las musas mueren.

Te digo adiós hoy como una roca horadada,
te digo adiós con el vacío ausente
que siente mi alma.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (IV)


Rasgado en dos, como una vieja cometa rota
olvidando cómo con el viento se jugaba,
cómo sonaba silbando el suspiro y la nota.

Viviendo con ganas de recordar lo que amaba,
de recordar el rocío y la lluvia temprana,
las gotas goteando, los roces que añoraba;

deseando escapar ya del pasado al mañana,
pero temiendo perder en ello tu sonrisa,
tu voz valerosa que ya es vacía y lejana.

Pues entre ilusión e ilusión no corre la brisa,
en el sueño me debato perdido en el viento
entre ser tu sombra sincera o alma imprecisa.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (III)



Días son otros que penas me da por decir,
donde todo es la misma tempestad ilusoria
porque el nombrar lo imposible equivale a mentir.

Digo que el aire revuelve el olor de la escoria;
digo que el mar y la arena por siempre combaten;
digo, así, que en imposible torno la victoria.

Llegan callados los sueños que tristes debaten
sobre la paz o la guerra, el amor o el olvido,
y en poco se olvidan los corazones que laten.

Lejos me quedan los lloros, el luto perdido,
pero en la calma se oculta la aviesa derrota
pues el ser del olvido es olvidar lo que ha sido.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (II)


Tengo días en que todo lo bello evidencio:
voy por la calle nombrando, creando ficciones
de risas y amores, y todo lo diferencio.

Digo, así, que en el aire se dibujan canciones;
digo: «las olas perfilan tu nombre en la arena
y la tierra»... del mundo solo nombro los dones.

Pero entonces mirada triste, rostro de pena,
ojos llorosos con un llanto no muy lejano
de quebranto, de percibir la vital condena

que el mundo otorga a los vivos por su cruel mano,
pues todo lo que nace algún día ha de morir
solo, sin ti,... las palabras se mueren en vano.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (I)


Rasgado en dos, cual árbol partido por el viento,
se mece mi cuerpo en la tempestad de la vida
de un lado hacia otro, sin detenerse un momento.

A veces gravito hacia la esperanza perdida
como un perro abandonado que ronde su casa
buscando migajas en la mañana dormida.

Otras, me canso de ser de los fuegos la brasa,
los restos que quedan en la herida supurando,
el rápido resplandor que entre los rayos pasa.

Entre estos dos seres, dos corazones andando:
uno grita en dolor, otro buscando el silencio
y un ronco y atroz rugido artero resonando.

viernes, 1 de noviembre de 2013

La ciudad innominada



  Retorcidas callejuelas que se pierden en la noche, oscuros recovecos donde se desatan las pasiones, senderos de tierra que entierran los amores. Así eres tú, estos son tus atributos, tus encantos y deleites. La ciudad donde el día es más oscuro que la noche, pues el alba trae la muerte y en la noche todo se esconde.

  Patios perforados por las escalas de los amantes, sucias tabernas que escancian el vino del olvido, casas de hechiceras donde se desvirgan las doncellas. Esto es lo que eres, sin florituras ni artificios. Ciudad donde el sexo despeña al amor a su muerte y los padres en el engaño duermen.

  Jóvenes siguiendo a prostitutas cojitrancas, viejas cuyo nombre resuena al entrechocar las piedras, señores y señoras que se arrojan al suicidio y la venganza. Esta, ciudad, es tu esencia, pura y llanamente. Lugar de matones y casquivanas, de putas sabias y damas engañadas.

  Tendrías tantos nombres que ni siquiera te han nombrado: Sión, Babilonia, Toledo o Salamanca, ¿qué más da? Un nombre solo encierra distinciones sin sentido de ese todo que es el mundo. Y dime, ciudad, ¿qué eres tú sino el mundo en que vivimos, con sus penas y aflicciones? Porque tú eres todo lo que brota, la esencia pura del ser. Tú eres todo lo que brota y todo lo que muere, pues el nacer lleva al morir como el vivir lleva al pecado in hoc lachrimarum valle.

  En esto veo, mis amigos, la ignominia de Dios.

jueves, 31 de octubre de 2013

No amar


En los silencios se define el mundo,
en los espacios entre tus palabras,
en el decidirnos a no ser uno;

por eso nunca debes decir que amas:
nombrar es convertir en artificio
y el artificio siempre queda en nada.

Nombrar algo es darlo en sí por perdido,
sembrar en el ser las contradicciones,
admitir la derrota, el olvido.

Nombrar es revivir cientos de errores
en que la palabra ha sido forjada.
Por eso, no llores, no ames, porque

son los mares los que se hacen de lágrimas,
del llanto turbio surgen los océanos,
de la esperanza renacen las playas.

De estas cosas el mundo está repleto:
de definir el amor por ausencias,
de sentir la música por silencios.

martes, 29 de octubre de 2013

A una rosa muerta


De las más altas cumbres la trajiste:
en tu seno recorrió los caminos
del profundo mar, de los densos pinos,
grabando los momentos que viviste.

Era una rosa de risa de plata,
de largos silencios estaba henchida,
de cortar su tallo había una herida
de la luz de luna, de ojos de gata.

La muerte se le acercó inesperada,
en silencio por creerla dormir,
mas ella aún sintió su brutal lanzada.

Y la parca así le escuchó decir:
«Vivir por vivir es ser engañada
y el que está muerto no quiere morir.»

sábado, 26 de octubre de 2013

Ángel apátrida, fuego apagado


Ángel apátrida, fuego apagado
cayendo en picado del alto cielo
cual ídolo vano del sentimiento,
del ser, del canto tan corto y tan largo.

Luz de tinieblas, camino ya andado
que desprecia al solitario viajero
que en la noche recorre tus senderos
en el silencio, siguiendo tus pasos.

Armas vacías matando al soldado,
hacedor de palabras, al guerrero
de guerras perdidas, que forja versos,

templa metales, palabras de daño,
filos sin hoja, sin alma, sin sangre,
que jamás han de llegar a tocarte.

lunes, 14 de octubre de 2013

Tres cosas


Lo inenarrable es el silencio,
lo inenarrable es la mirada perdida,
lo inenarrable son los errores pasados
y el hablar de más y el soñar despierto;
lo inenarrable es tu sonrisa.

El olvido es el pozo de la ausencia,
el olvido es la boca cerrada y el labio serio,
el olvido es el anhelo de las lágrimas
y el deseo de no ser y la esperanza de ser nada;
el olvido son tus ojos.

Lo solitario es un rincón oscuro,
lo solitario es esa nota que no duerme,
lo solitario es el terrible castigo
que nos aguarda a los poetas, a los desheredados;
lo solitario es tu silencio.


jueves, 3 de octubre de 2013

A una polilla (canción)


Volviendo de noche a casa
vi una encendida polilla
naufragando sin cesar
en la luz de una bombilla.

Dime, polilla que bailas
con la muerte y con la vida,
¿de dónde es que de ti brotan
esas manías suicidas?

La noche tus alas besan
cual mariposa caída,
pero tu cuerpo aún se impulsa
deseando el falso día.

En lo oscuro tú reinabas
con bello cetro de plata;
ahora al sol tú te diriges
para volverte su esclava.

Dime, polilla que bailas
con la muerte y con la vida,
¿de dónde es que de ti brotan
esas manías suicidas?

Naciste sola y creciste
en la noche, noche noche
sin pensar más que en tu risa,
en tus ojos y en tu goce;

pero ahora te encandilas
de ese día, día día
derramando así tus lágrimas,
tu perfume y tu sonrisa.

Dime, polilla que bailas
con la muerte y con la vida,
¿de dónde es que de ti brotan
esas manías suicidas?

jueves, 27 de junio de 2013

A los mediocres


Nada mejor hay que el término medio:
con lo bueno, no hay que exagerar;
con lo malo, no demuestras criterio;
y de uno o de otro, lo regular.

Tú, calladito, que vives mejor
y, si es que hablas, que nadie te escuche,
ni alto ni bajo el tono de voz
cuando callarse no sea costumbre.

Quieto, parado, si sacan la foto,
que el que se mueve no sale en la misma
y tú no tienes ni un pelo de tonto,
si acaso son dos, con mucha gomina.

Si estos consejos no olvidas jamás
tú llegarás a ministro o a más.

martes, 18 de junio de 2013

viernes, 31 de mayo de 2013

Reflexión


  Entonces, dime, ¿es que acaso tú nunca lo has sentido? Ya sabes a lo que me refiero: esa sensación en tu interior, ese anhelar algo desconocido,... De niño seguro que te han dicho muchas veces: «mira, pero no toques», es una de esas frases de madre. Pues esto es algo parecido: mirar, pero no tocar, no alcanzar, no fundirte con ello en el aleteo de una mariposa.

  Es algo que recorre tu interior, que anida allí como un parásito para imposibilitar la sonrisa. ¿Depresión? Tal vez, quizás,... Quizás la depresión sea el leitmotiv de nuestra época, ¿no crees?, su Zeitgeist. Cierto es que se ve por las calles: gente cabizbaja, impotente; locales cerrados y bolsas de basura volando abandonadas en brazos del viento. Solo fíjate un día, parate a mirar a tu alrededor y eso es lo que ves. Sí, el Zeitgeist de este siglo que va avanzando a trompicones sería el Angst, probablemente, otro término alemán, ya ves que hoy nos sentimos un poco teutones.

  Pero al final, esto es lo que hay, lo que se lleva dentro. Es esa verdad que siempre se esconde, ese obligarte a escoger entre caminos por lo no quieres pasar y ese pensar mil veces en el mensaje que sabes que nunca podrás mandar. Disimúlalo como quieras. Cámbiale el nombre: crisis de los veinte, de los treinta, los cuarenta... terminología vacía; pero terminología de la insatisfacción, de la soledad, del vacío.

  ¿Nunca has anhelado unos labios que sabes que nunca podrás besar?, ¿nunca has sentido que todo esfuerzo se acaba desvaneciendo en una oleada de miserias? Esa es la sensación: como una música sin cadencias que nunca resuelve. Al menos aún te puedes refugiar: puedes llegar a casa y sumergirte en las sonatas de Beethoven, el sordo; llegar a casa y coger un libro y leértelo de una sentada (y a ser posible de Joyce, el ciego), llegar a casa y emborracharte hasta perder el sentido. Pero al final, nada alivia esa sensación, ¿verdad? El leitmotiv de nuestra época ya te ha calado hasta los huesos, como esa lluvia fina que no moja, pero empapa. Y es que eso también es como la lluvia sin fin, o como un año sin verano.

  Pero tranquilo, aún queda una nota de esperanza en esta melodía de desolación (en tono menor, en tono menor), en esta melodía solemne y fúnebre que acecha tras tus sueños, que asalta tus sentidos y que se esconde tras tus ojos. Y es que al final, es esto (ese no alcanzar, esa angustia, ese vacío, ese invierno constante) lo que alimenta la poesía.

sábado, 4 de mayo de 2013

Al mirar a tus ojos


Al mirar a tus ojos
descubro las estrellas
brillantes en el fondo,
entre azucenas,

y escucho mil poemas
sonar en tu sonrisa,
en tu boca serena
de luz de día.

¡Dichoso aquel que mira
en tu rostro de plata,
tu mirada perdida
en las montañas!

¡Dichoso aquel que ama
la sombra de tus besos,
el seno de tu alma
y tus cabellos!

Al mirarte deseo
que tu alegría brote,
un volver al pasado,
tiempos mejores

plagados de colores,
llenos de azul, de rojo,
de rosas y de ocres
que ahora son polvo.

domingo, 14 de abril de 2013

14 de Abril


Cuando en Abril, con sus lluvias
se inicia la lucha del hombre
y los gritos rugen al aire cargado
palabras de futuro y de compromiso,
palabras de ansia, palabras gloriosas
para un nuevo mañana,
una masa pulsante que anhela otra cosa,
algo distinto,
lo justo y lo bello,
recorre las calles en su tricolor paso
lanzando consignas,
cogiendo sonrisas
de niños que vivirán en el futuro soñado.

Una palabra resuena más alto:
¡Guillotina!
Guillotina a los que desahucian al pueblo,
guillotina a la casta,
guillotina al banquero que arruina familias
y al jefe que alimenta la máquina.

¡Guillotina!
Guillotina a la troika,
guillotina al mercado.

Que en cada plaza de pueblo se alce
el monumento de los desesperados
y que corra la sangre roja limpiando el pasado.
Porque
a esos de ahí arriba
les llegará su guillotina.

martes, 2 de abril de 2013

El pozo


  Cuenta la leyenda que en lo más profundo de ese bosque oscuro, oscuro, existe un pozo de hondura infinita que tiene el agua más clara y cristalina en estas tierras de sombra. Dicen que su agua es tan pura que brilla con luz de plata bajo la luna y con destellos dorados en el calor atormentado del sol; y que quien la bebe, siempre vuelve a probarla.

  Pero no es fácil llegar hasta ese pozo. Como sabéis, el bosque es profundo y sombrío, lleno de vericuetos y retorcidas sendas de animales no imaginados por el hombre. Quienes acuden por primera vez en su búsqueda, jóvenes enamorados ansiando algo que regalar a su enamorada, con frecuencia se pierden entre el matorral y el denso ramaje. A veces, deambulan días enteros por entre los mortecinos árboles solo para volver a salir por donde habían entrado sin haber siquiera vislumbrado su objetivo. Otros... bueno, otros nunca vuelven.

  Aquellos que creen conocer bien el camino, pues han ido ya hasta el lugar infinidad de veces, aún siguen desapareciendo en las profundidades de la floresta. Algunos reaparecen tiempo después asegurando haber visto bajo las húmedas raíces los huesos blanquecinos de los que se perdieron antes.

  Y es que quien bebe ese agua clara y cristalina, siempre vuelve a probarla. Ignora los peligros, las advertencias de amigos y familiares, los presagios ominosos que se alzan entre las nubes. Siempre vuelve a probarla. Quienes han bebido de ella, dicen que no hay sensación igual, que en ningún otro lugar en el mundo ni en ninguna otra faceta de la vida se puede encontrar algo semejante. Quienes han bebido de ella invierten su día en ensoñaciones y su noche en una telaraña de insomnio atrapados por el recuerdo esplendoroso de su sabor. Quienes han bebido de ella dedican su vida por completo a recuperar esa sensación.

  Algunos temen regresar al bosque, como es natural, y entonces se pierden en otros senderos: en las vías del sexo, de las drogas, del alcohol. Senderos que no les llevan a nada, pues nada hay como el agua de ese pozo del bosque. En el sexo el placer es fugaz y efímero; con ese agua, duradero y perdurable. En las drogas el placer es falso y pernicioso; con ese agua, verdadero y bondadoso. En el alcohol... quizás yo sea uno de esos que se sumergen en el alcohol para olvidar ese agua, pues nada hay como el agua de ese pozo del bosque.

  Y luego están los optimistas. Los optimistas nunca visitan el pozo, no lo consideran necesario, ¡ilusos ellos! Pero ellos dicen que aquellos que no vuelven quizás es que sí han encontrado el pozo y han decidido quedarse allí a pasar la eternidad bebiendo su agua milagrosa. Luego están los bienpensantes, ¡ilusos ellos! Pues ellos dicen que el agua del pozo es un veneno, peor que el sexo, que la droga, que el alcohol,... peor que todo ello sumado. ¡ilusos ellos!, pues nunca probarán el agua del pozo en lo más profundo del bosque oscuro, oscuro.


martes, 26 de marzo de 2013

Soneto nocturno (13)


La noche es plata, es sueño,
es esa chica a la que adoras en la distancia
deseando que cada fibra de tu ser habite en su mirada,
es ansiedad, es deseo.

La luna son tus ojos que llaman,
es la ilusión que inspira los versos
que se escriben a la sombra de tus cabellos,
es musa, es distancia,

es palabra a la que se da voz
en los espacios en blanco entre las líneas
o los silencios de aquella vieja canción.

La noche es sueño, es risa vencida,
es el deseo imposible de encontrar el amor
en la plateada ansiedad que da paso al día.