miércoles, 18 de diciembre de 2013

A la desintegración del universo


En segundos observo su llegada:
la desintegración del universo,
el final que carece de reverso
desde mi casa blanca y desolada.

En tan solo un momento todo acaba
con la luz cegadora y el vacío,
y con la soledad, y con el frío
que envolverá a todo lo que amaba.

El vacío no es más que la semilla,
la semilla que nunca da crecido
solitaria en la fría pesadilla;

porque la luz es muerte y es olvido,
pues se pierde en el tiempo lo que brilla
y lo amado hay que darlo por perdido.

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