viernes, 21 de diciembre de 2012

¡Buah, chorbo!, ¡buah, neno!

¡Buah, chorbo!, ¡buah, neno!
¡Que yo escribo!, ¿oíste?,
con ka de katanga,
y meto unos mecos,...
¡Buah, hostias del quince
si ando en tu cara!

¡Buah, chorbo!, ¡buah, pavo!,
pasa la matada,
que te lo has crujido,
y vas tó fumado
detrás de la pava,
que pasa un kilo

de seguirte el rollo,
que es una pija
y le va el perreo,
y se va con otros
y tú ya lo flipas.
¡Buah, chorbo!, ¡buah, neno!

viernes, 14 de diciembre de 2012

Opus 133 (4.- Lo Real - 6)


Anteriormente en Opus 133


  Espera, espera, no hables aún. Aún no te he mencionado nuestra oferta. Si aceptas colaborar con nosotros para resolver este pequeño problema tendrás un gran sueldo de por vida, mucho más de lo que Joseph Conrad, contable, pueda imaginar; y por supuesto, toda aquello que necesites para ser feliz; al fin y al cabo la CIA puede conseguir cualquier cosa, o persona, y no queremos que te nos vuelvas a deprimir. Incluso, si quieres, una vez acabado tu trabajo te podremos volver a implantar para que seas plenamente feliz y no recuerdes nada de esto.

  ¿Si no aceptas? Si no aceptas a ti te volveremos a implantar, como comprenderás este proyecto es alto secreto, ya hemos tenido que silenciar algunas bocas para que nada se filtrara. Sólo eso, somos los buenos, Brian. Bueno, eso y que si no aceptas tu hija muere.


  Sólo un disparo rasgó el silencio sepulcral que se hizo en la habitación.

  Y Joseph Conrad pasó a ser…



FIN

viernes, 7 de diciembre de 2012

Opus 133 (4.- Lo Real - 5)


Anteriormente en Opus 133


  El señor Butcher al cabo de un par de años comenzó a tener extrañas pesadillas y a recordar cierta melodía. Por otro lado de algún modo pareció darse cuenta de nuestra discreta vigilancia y no tuvimos más remedio que realizar un nuevo trasvase de recuerdos. En el proceso falleció uno de nuestros hombres pero al final Butcher – Füller se acabó conviertiendo en el contable, divorciado y recientemente fallecido por un ataque cardiaco, Joseph Conrad.

  Y el resto de la historia supongo que ya la conoce, ¿no es así señor Füller?

  La cuestión es que volvemos a tener un problema, y esto ya no parece ser casual. En sus fórmulas debe haber algún error, señor Füller, un error que se repite cada cierto tiempo y que ninguno de nuestros expertos es capaz de solucionar. Por supuesto le agradecemos los servicios prestados anteriormente, sin embargo queremos solucionar este problema. No es de recibo que los “implantados”, como les llamamos nosotros, recuerden detalles de sus anteriores vidas, ¿no cree? Pero nuestros físicos carecen de esa genialidad que tu tenías, Brian, amigo mío, y es por eso por lo que el gobierno americano te necesita.