domingo, 17 de noviembre de 2013

Nace el día en la luz de la mañana


Nace el día en la luz de la mañana
y la noche se inunda con la luna
por no morir en la penumbra vana
y no yacer en la infernal laguna.

Sin rival reina el sol sobre la vida,
las estrellas nos muestran el camino
por proteger a la pasión dormida,
por alejarnos del dolor dañino.

Pero el día es fugaz y pasajero
y la noche en las nubes se nos muere
perdiendo entre las sombras al viajero.

Y sin sol, sin estrellas, ya no quiere
el caminante seguir el sendero
y le pide a la muerte que lo espere.

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