sábado, 30 de noviembre de 2013

Porque lloran los pobres y parias


Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

Cuando un hombre se quede sin casa
allí hemos de estar
con los gritos, pancartas y cantos
contra vuestra maldad.

Y a los ricos, banqueros, burgueses
les esperará
a las manos del pueblo furioso
un triste final.

Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

Si el obrero se queda sin pan,
armas le daremos
porque pueda tomar lo que es suyo,
lo que es su derecho.

Los que mandan ya pueden temblar
porque golpearemos
con la furia de un ciento de manos
todos los obreros.

Porque lloran los pobres y parias,
¡que siga la lucha!
Porque siguen los mismos mandando,
¡que no pare nunca!

viernes, 29 de noviembre de 2013

Fábula del sol, la niña y la luna


La chiquilla seguía
por el camino
para nunca encontrarse
con el hastío,

pero el sol le pregunta:
«dime, muchacha,
¿por qué con tanta prisa
te vas de casa?»

Pero ella no escucha,
solo se ríe
y continúa andando,
cortando el aire.

Ya se le hace de noche,
con sus estrellas,
y la luna se asombra
de verla a ella.

Y la luna le dice:
«dime, mi niña,
¿por qué tan apurada
así caminas?»

Pero ella no escucha,
solo prosigue
y se adentra en lo oscuro
con paso humilde.

Y en lo oscuro se adentra,
hasta la muerte
perdida en mil sombras,
entre la nieve.

Y cuando sol y luna
por fin se encuentran,
lloran sobre los restos
de nuestra bella

que abandonó su casa
buscando amante,
sembrando la esperanza
entre las calles

para acabar muriendo
en la vereda,
con su cuerpo temblando
y su alma inquieta,

porque nunca aprendió
que una muchacha
para al fin ser feliz no
necesitaba

encontrar en la vida
otra persona,
sino que le bastaba
con ella sola.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Copla


Me basta con que me leas
porque no tengo tus besos;
y aunque sea en la distancia,
al menos tienes mis versos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pasan los días por cientos


Pasan los días por cientos
en una neblina fría
donde mueren los momentos

y fallece la alegría
en este rincón oscuro
donde nunca nace el día.

En este mundo inseguro
la muerte es lo único cierto
y el llanto, lo único puro.

La agonía del despierto
lo invade todo implacable
con su brutal desconcierto.

Y olvidamos lo olvidable,
recordamos los dolores,
lidiamos con lo incurable

porque quizás nazcan flores
sobre las cenizas grises
donde irradiaban colores.

Quizás tú nunca improvises
con la vieja partitura
y de él nunca precises,

pero él es la única cura
que no nos niega este mundo
a la herida que supura.

Él es lo único fecundo
que crece en la primavera
plagada de este aire inmundo

que es la náusea y la sordera,
que es la angustia y el dolor
y el destino que no espera.

La agonía del temor,
el perderse en el recodo,
el olvidar el amor.

La náusea lo inunda todo
y ese todo lo convierte
a su propio, triste modo
por que el sol nunca despierte.

martes, 26 de noviembre de 2013

viernes, 22 de noviembre de 2013

Morirá la primavera


Morirá la primavera
por dejar de ser quien era;

el verano sufrirá,
mas también se marchará,

y en cuanto llegue el otoño,
resurgirá su retoño

y el invierno, con sus vientos
barrerá con los momentos.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Alegría melancólica


Es tu silencio
como una daga clavada al pecho;
y tus palabras,
solo un recuerdo en la mañana.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pareado


Por despertar en ti, mi niña, una sonrisa
desgarraría el cielo, ascendería en la brisa.

martes, 19 de noviembre de 2013

domingo, 17 de noviembre de 2013

Nace el día en la luz de la mañana


Nace el día en la luz de la mañana
y la noche se inunda con la luna
por no morir en la penumbra vana
y no yacer en la infernal laguna.

Sin rival reina el sol sobre la vida,
las estrellas nos muestran el camino
por proteger a la pasión dormida,
por alejarnos del dolor dañino.

Pero el día es fugaz y pasajero
y la noche en las nubes se nos muere
perdiendo entre las sombras al viajero.

Y sin sol, sin estrellas, ya no quiere
el caminante seguir el sendero
y le pide a la muerte que lo espere.

sábado, 16 de noviembre de 2013

A una bandera rota, embarrada


Caída de las manos de los hombres,
perdida entre la tierra cenagosa,
rota bandera en la temida noche;

luchaste con valor, y por las rosas
tu vida ya perdiste para siempre,
tú que te alzaste por no ver las sombras.

Caíste ante las huestes de lo breve,
fugaz, de lo vacío y cotidiano,
lo que es banal, lo que no llora o siente.

Perdiste la batalla, luego el llanto,
el duelo de tus últimos guerreros,
aún resonó para cantar tus salmos.

Rompió tu asta en pedazos en el fuego,
la sal de los rencores cotidianos,
hasta no ser más que un recuerdo etéreo.

Luchando, tus colores eran magnos:
el rojo de las rosas te vestía
y te cubrían los más blancos paños.

Perdiendo, tu destino se cumplía,
pues todo lo que empieza ha de acabar
para poder, pues, renacer sin prisa.

Alzándote, lograste ya ganar.
Contigo, con tu imagen y promesa
somos capaces de volver a amar

como antes, cuando todas las respuestas
yacían en los versos tan serenos,
tan inspirados de los grandes poetas.

Contigo, volveremos a los cielos
rasgar con las canciones dedicadas
a nuestra lucha, nuestro amar eterno.

martes, 12 de noviembre de 2013

Despedida


Te digo adiós hoy como avanza el agua,
te digo adiós como quien despierta de un sueño
y se ve forzado a afrontar la mañana.

Te digo adiós sin el sonido de un beso,
te digo adiós como quien cierra los ojos
y se entrega al silencio.

Al silencio que todo lo tapa uno se entrega
cerrando sus ojos,
dejando que crezca la hiedra,
que el agua penetre hasta el fondo.

Adiós digo a los cielos y a los campos verdes,
adiós a lo joven y a la tierna mirada,
adiós a la tierra donde las musas mueren.

Te digo adiós hoy como una roca horadada,
te digo adiós con el vacío ausente
que siente mi alma.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (IV)


Rasgado en dos, como una vieja cometa rota
olvidando cómo con el viento se jugaba,
cómo sonaba silbando el suspiro y la nota.

Viviendo con ganas de recordar lo que amaba,
de recordar el rocío y la lluvia temprana,
las gotas goteando, los roces que añoraba;

deseando escapar ya del pasado al mañana,
pero temiendo perder en ello tu sonrisa,
tu voz valerosa que ya es vacía y lejana.

Pues entre ilusión e ilusión no corre la brisa,
en el sueño me debato perdido en el viento
entre ser tu sombra sincera o alma imprecisa.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (III)



Días son otros que penas me da por decir,
donde todo es la misma tempestad ilusoria
porque el nombrar lo imposible equivale a mentir.

Digo que el aire revuelve el olor de la escoria;
digo que el mar y la arena por siempre combaten;
digo, así, que en imposible torno la victoria.

Llegan callados los sueños que tristes debaten
sobre la paz o la guerra, el amor o el olvido,
y en poco se olvidan los corazones que laten.

Lejos me quedan los lloros, el luto perdido,
pero en la calma se oculta la aviesa derrota
pues el ser del olvido es olvidar lo que ha sido.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (II)


Tengo días en que todo lo bello evidencio:
voy por la calle nombrando, creando ficciones
de risas y amores, y todo lo diferencio.

Digo, así, que en el aire se dibujan canciones;
digo: «las olas perfilan tu nombre en la arena
y la tierra»... del mundo solo nombro los dones.

Pero entonces mirada triste, rostro de pena,
ojos llorosos con un llanto no muy lejano
de quebranto, de percibir la vital condena

que el mundo otorga a los vivos por su cruel mano,
pues todo lo que nace algún día ha de morir
solo, sin ti,... las palabras se mueren en vano.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Dolor y silencio (I)


Rasgado en dos, cual árbol partido por el viento,
se mece mi cuerpo en la tempestad de la vida
de un lado hacia otro, sin detenerse un momento.

A veces gravito hacia la esperanza perdida
como un perro abandonado que ronde su casa
buscando migajas en la mañana dormida.

Otras, me canso de ser de los fuegos la brasa,
los restos que quedan en la herida supurando,
el rápido resplandor que entre los rayos pasa.

Entre estos dos seres, dos corazones andando:
uno grita en dolor, otro buscando el silencio
y un ronco y atroz rugido artero resonando.

viernes, 1 de noviembre de 2013

La ciudad innominada



  Retorcidas callejuelas que se pierden en la noche, oscuros recovecos donde se desatan las pasiones, senderos de tierra que entierran los amores. Así eres tú, estos son tus atributos, tus encantos y deleites. La ciudad donde el día es más oscuro que la noche, pues el alba trae la muerte y en la noche todo se esconde.

  Patios perforados por las escalas de los amantes, sucias tabernas que escancian el vino del olvido, casas de hechiceras donde se desvirgan las doncellas. Esto es lo que eres, sin florituras ni artificios. Ciudad donde el sexo despeña al amor a su muerte y los padres en el engaño duermen.

  Jóvenes siguiendo a prostitutas cojitrancas, viejas cuyo nombre resuena al entrechocar las piedras, señores y señoras que se arrojan al suicidio y la venganza. Esta, ciudad, es tu esencia, pura y llanamente. Lugar de matones y casquivanas, de putas sabias y damas engañadas.

  Tendrías tantos nombres que ni siquiera te han nombrado: Sión, Babilonia, Toledo o Salamanca, ¿qué más da? Un nombre solo encierra distinciones sin sentido de ese todo que es el mundo. Y dime, ciudad, ¿qué eres tú sino el mundo en que vivimos, con sus penas y aflicciones? Porque tú eres todo lo que brota, la esencia pura del ser. Tú eres todo lo que brota y todo lo que muere, pues el nacer lleva al morir como el vivir lleva al pecado in hoc lachrimarum valle.

  En esto veo, mis amigos, la ignominia de Dios.