sábado, 16 de marzo de 2013

Soneto nocturno (12)


La noche, manto de cuchillas frías,
cúmulo de callejones sombríos,
dentera enraizada en los sentidos,
humo que nos aleja de las delicias.

Noche, cadáver parco de la vida
en donde dejamos pudrir lo vivo
y apuramos la muerte hasta el hastío
con secas y sarcásticas sonrisas.

Colapso de las funciones de onda,
silencioso apocalipsis del todo,
un negro retumbar de la viola.

Noche para juntar nuestros escombros,
noche para estar bien en nuestra contra,
noche para congelar nuestro asombro.

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