Tengo días
en que todo lo bello evidencio:
voy por la
calle nombrando, creando ficciones
de risas y
amores, y todo lo diferencio.
Digo, así,
que en el aire se dibujan canciones;
digo: «las
olas perfilan tu nombre en la arena
y la
tierra»... del mundo solo nombro los dones.
Pero entonces
mirada triste, rostro de pena,
ojos llorosos
con un llanto no muy lejano
de quebranto,
de percibir la vital condena
que el mundo
otorga a los vivos por su cruel mano,
pues todo lo
que nace algún día ha de morir
solo, sin
ti,... las palabras se mueren en vano.
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