Te digo
adiós hoy como avanza el agua,
te digo
adiós como quien despierta de un sueño
y se ve
forzado a afrontar la mañana.
Te digo
adiós sin el sonido de un beso,
te digo
adiós como quien cierra los ojos
y se entrega
al silencio.
Al silencio
que todo lo tapa uno se entrega
cerrando sus
ojos,
dejando que
crezca la hiedra,
que el agua
penetre hasta el fondo.
Adiós digo
a los cielos y a los campos verdes,
adiós a lo
joven y a la tierna mirada,
adiós a la
tierra donde las musas mueren.
Te digo
adiós hoy como una roca horadada,
te digo
adiós con el vacío ausente
que siente
mi alma.
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