Volviendo de
noche a casa
vi una
encendida polilla
naufragando
sin cesar
en la luz de
una bombilla.
Dime, polilla
que bailas
con la muerte
y con la vida,
¿de dónde
es que de ti brotan
esas manías
suicidas?
La noche tus
alas besan
cual mariposa
caída,
pero tu
cuerpo aún se impulsa
deseando el
falso día.
En lo oscuro
tú reinabas
con bello
cetro de plata;
ahora al sol
tú te diriges
para volverte
su esclava.
Dime, polilla
que bailas
con la muerte
y con la vida,
¿de dónde
es que de ti brotan
esas manías
suicidas?
Naciste sola
y creciste
en la noche,
noche noche
sin pensar
más que en tu risa,
en tus ojos y
en tu goce;
pero ahora te
encandilas
de ese día,
día día
derramando
así tus lágrimas,
tu perfume y
tu sonrisa.
Dime, polilla
que bailas
con la muerte
y con la vida,
¿de dónde
es que de ti brotan
esas manías
suicidas?
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