Y así se
acabaron las palabras,
porque las
palabras son mentira;
son un
autómata que camina,
ciego y
rodeado por la nada.
Y así se
murieron las sonrisas,
porque las
sonrisas son esclavas
de las
memorias sin importancia
que salen
volando con la brisa.
Porque las
sonrisas son fugaces
y se van
cuando muere el recuerdo,
se pierden
entre los temporales
y solo queda
el soplar del viento.
Porque las
palabras son sonido
y desvanecen
con la distancia,
se olvidan al
elevarse el frío
aunque en
ellas aún quede la llama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario