Siete son las
trompetas que lo anuncian,
siete serán
las copas derramadas,
siete son los
pecados sin virtudes
(Oh, virtudes
perdidas, ¿dónde estáis?,
¿dónde
yacéis, dormidas en el barro?,
¿dónde os
quedasteis solas y calladas?). –
Él no
volverá, pues nunca existió.
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